12/2/11

Never forget the PS

O vida y "muerte" de un querido grupo.
Porque no son sólo los seres queridos los que se van, también los grupos con los que te has hecho mayor, los que tuviste el privilegio de verlos crecer.


Nacer implica morir: Avenues & Silhouettes dieron anoche su último concierto con sus miembros originales.
Parece mentira que los años pasen tan rápido...


Era 2005 y los españoles en Myspace éramos rara avis. Por casualidad empecé a hablar con un chico de Madrid con unos ojos preciosos que tocaba la batería en un grupo y tenía una casa en el Perelló (¿o era en el Saler?). Cuando fui al perfil del grupo y los escuché, flipaba. Era imposible que algo así pudiera salir de España. Me pasó canciones y seguía sin creérmelo.
Varios meses después, cuando yo ya había perdido el contacto, la que entonces era mi mejor amiga de Madrid empezó a salir con ese mismo chico.


Recuerdo que era mayo, ya estábamos en el 2006, y la sala de ensayo de Avenues estaba cerca de un OpenCor, donde comimos sandwiches aquel día. Nunca había estado en Madrid, ni en un edificio así (tenía 15 años) y, una vez dentro, me di cuenta de que tampoco había oído nunca nada parecido. Creo que solté alguna gilipollez como "DIOS, LAS GUITARRAS SUENAN IGUAL QUE DROP DEAD GORGEOUS" (signo de mi amplia cultura musical e instrumental entonces, claro...). Eran rápidos, duros, y molaban porque eran distintos. No había prácticamente grupos en España que estuvieran haciendo eso entonces, comprobado. El cantante llegó muy tarde aquel día porque estaba en el foniatra o algo así, y le había dicho que si cantaba así mucho tiempo se iba a quedar sin voz. Gajes del oficio, supongo.

El primer concierto de Avenues que vi fue el primero que dieron en Valencia, con el grupo de Vigo As Flames Die Out, ya disuelto (¡hola Dani!). Allí también empezó mi amistad con Nacho, con el que luego coincidiría en muchos conciertos y a día de hoy sigue siendo mi mejor compañero conciertimusical (¡hola Nacho!). Había estado en muy pocos conciertos buenos entonces, tras mi vergonzosa etapa El Canto del Loco, y ver toda esa energía, esa mierda interior que exteriorizas gritando en el directo, fue brutal. También era la primera vez que veía "mosh", concretamente a tres mataos haciendo 2step, y pensaba que aquello era genial, que por fin había encontrado mi sitio. La cruda verdad era que de Valencia, ahí, éramos cuatro gatos, de los que ahora no queda casi ninguno. Había gente de Madrid, de Castellón, curiosos de todas partes. Todo fluye, nada permanece. El primero de muchos.

Recuerdo muchos, muchos conciertos. Las fechas las tengo más bien borrosas, aun así. Recuerdo irnos a Guadalajara en un cercanías para verles. Era una especie de festival mazo de chungo, en una sala sin luz salvo por unas tiras azules, donde tocaron grupos metaleros a los que no fue a ver ni el tato. Esa noche en el parking estaban todos los chicos metidos en el coche bailando Flying Free con la música a tope y Kals saltando encima de un colchón hinchable que no quería inflarse ni desinflarse. Creo que tengo por ahí un vídeo con las dos escenas. En esa noche tuvee la experiencia más cercana a la muerte en mi vida... con Agus conduciento, el coche lleno de personas y trastos, y de frente, una pared en la que no nos chocamos de milagro (literalmente, salió de la carretera y giró con un volantazo). También era la primera noche que engañaba a unos padres para salir de casa, y ni siquiera eran los míos.

Recuerdo la presentación de Oh, How Welcoming Your Reflection en La Boite y lo ilusionados que estaban de tener su primer EP fuera por fin, autoproducido. Eran otros tiempos para los grupos de música que querían sacar discos.

Aquel Festimad donde nos chivaron que iban a tocar y que los cabeza de cartel iban a ser The Used. Grité lo ingritable (eran mi grupo favorito). Hice la mochila para hacerme Valencia-Leganés en plena época de exámenes, y recuerdo que S y yo comimos en el Burguer King y sólo pude comer aros de cebolla porque era lo único "vegetariano" de allí. Me acuerdo de muchas cosas de ese festival, de lo bien que lo pasé viendo al dios McCracken en primera fila y del miedo que me dio al principio no poder entrar porque había que ser mayor de edad (al final me las apañé con unos que fingían ser mis cuidadores, una movida muy chunga).

Supongo que hubieron más conciertos después... pasó el tiempo y a finales de 2008 volvieron a Valencia, a la sala P'Aberse Matao. Éramos muy pocos los que habíamos estado en el primer concierto entonces, pero aún se notaba la pasión, las ganas de soltar la mierda que guardábamos los del público y los de encima del escenario. Entonces Avenues acababan de sacar su primer LP, Meteors. A mí, personalmente, ya no me gustaban tanto. Pero sabía que tenía que ir, era un ritual. Todos los grupos evolucionan a lo largo de su trayectoria, y el cambio en el sonido de la banda es otro paso más: para mi gusto se volvieron más metaleros y perdieron gran parte de la oscuridad que tenían en su EP... pero esta sensación siempre la tengo con este tipo de grupos, así que lo asumí y fui al concierto a pegarme como una valiente. Volvieron en 2009 pero ya decidí no ir; pasaba de esos pseudoscenes que habían proliferado en la ciudad y que sólo querían ir al concierto para darse de hostias y decir "yo estuve allí". O quizá sientan también la música como yo la sentía entonces, pero no me apetecía hacer ese tipo de reflexiones.

Sabía que no podía perderme el funeral, aun así. Avenues en directo seguían siendo un corriente eléctrico a punto de estallar, como siempre. Pero yo me he hecho mayor. Me decepcionó esa distancia que veía entre mí y el público (chicos) que parecían estar ahí en parte por amor a Avenues, por otra parte para demostrar lo bien que saben ejecutar los pasos ninja que aprendieron en videos de Youtube. Estuve apartada del escenario y lo disfruté tanto como ellos o más. Me partí el culo cuando Kals levantó el brazo con el índice y el corazón extendidos. Nadie sabía de qué iba aquello porque esa gente no tenía ni puta idea de que es el símbolo del hardcore (como los cuernos lo son al metal). Y luego lo di todo en la última canción, en homenaje a sus comienzos.

Sé que cada persona es un mundo, pero espero que esos chavales crezcan y aprendan a ver las cosas en perspectiva... que dejen a un lado la competitividad, la pose inútil, el cerrarse en una escena y un estilo de música sólo porque sí, por creerse el mejor. Basta ya de gilipolleces y camisetas arremangadas para lucir tatuajes, joder. CREED EN ALGO. Os ayudará a aceptar quienes sois de verdad, y lo digo por experiencia propia.



Al margen de ese extraño sermón de madurez mierder, quiero dar las gracias a Avenues & Silhouettes por haber sido una gran influencia en mi vida y devolverme, en su tiempo, la fe en la música. Por toda la gente a la que he podido conocer gracias a ellos y todo lo que he vivido y crecido gracias a ellos. Porque la música siempre formará parte de nuestras vidas. Esta ha sido sólo una historia de las muchas personas a las que habéis influído a lo largo de vuestro camino (al que aún le queda mucho hasta el final).



Amén y que os recuperéis pronto de todo esto.
Mucha suerte, chicos.

3 comentarios:

nachoprb dijo...

Hola Paloma! jajajaj
Increible post en serio, ha sido un remember total de la adolescencia! :D
Por cierto al foto esa de Kals en el colchón con esos pelos es muy WTF! jajaja

Anónimo dijo...

Quizá llego con un poco de retraso, pero creo que nunca es tarde para felicitar a alguien, desde la mayor honestidad posible, por una entrada así. Es un feedback acojonante.

Siempre es de interés conocer qué piensa la gente que está compartiendo la misma historia que tú, sólo que desde diferente perspectiva. Te hace rememorar el pasado añadiendo cosas que, quizá, han estado fuera de tu percepción y que son imprescindibles para entender como ha funcionado y qué ha llegado a representar todo en lo que has trabajado.

Desgraciadamente, vivimos en un presente continuo que hace que todo fluya y, por ende, todo termine pasando, terminando o como lo queramos llamar; aunque siempre podremos hablar de ello como una "pausa", que Avenues sigue y seguirá siendo parte de nosotros por mucho que no de guerra en los escenarios.

Pero no sólo el grupo de cinco chavales parece terminar: lo cierto es que toda una escena, una forma de entender la música y su expresión en vivo, se está desvaneciendo poco a poco y se otea su fin en el horizonte.

¿Es el fin del underground? No, desde luego. Seguirá existiendo underground mientras haya gente que valore el mensaje por encima del beneficio. Pero bien es cierto que la cosa tiene poco o nada que ver con lo que fue antaño.
Antes, la gente apoyaba la música, apoyaba a las bandas, apoyaba los conciertos, surgían un montón de promotoras, se organizaban un montón de directos..
¿Y ahora? Ahora tenemos un montón de grupos formados por chavales ilusionadísimos por tocar viviendo en unos tiempos que, musicalmente, no les corresponden y que no les quedará otro fin que perderse en el limbo del desconocimiento y de la ignorancia ajena.

Visto esto y atendiendo al mercado musical globalitario en el que vivimos, yo me pregunto: ¿cómo cojones queremos que nuestras bandas puedan llegar a ser referentes de algo más allá del chiste cultural en el que vivimos?

Esto es completamente improducente. Me temo que vamos actualmente estamos asistiendo al ahogamiento de todo aquello que muestras en tu post. Anidaremos en el producto de plástico y seguiremos apoyando, indirectamente, la producción de la goma.

Y es una pena, porque yo tan sólo venía a felicitarte por la sonrisa que me has provocado tras rememorar esta historia. Así que no me demoraré más y tampoco me andaré más por las ramas: ¡felicidades!

Fdo: uno que aportaba su granito de ruido en los tales Avenidas & Cacahuetes.

Dani dijo...

Brutal! menuda pasada de entrada, he caido aqui de milagro, soy Dani ex as flames die out por cierto! jaja! this really took me baaack! <3

Publicar un comentario