Me ha recordado en muchísimos aspectos a Gummo, incluso podría decir que Slacker es una precuela de la de Korine, y que él probablemente se inspiró en Linklater para dar forma a su bizarrismo mental (cada uno con su estilo propio, obviamente). Como Gummo, esta película llevaba años en mi lista esperando a ser comprada/alquilada/descargada/whatever, hasta hoy. Y mientras la veía se iba corriendo en mi cara, sin avisar ni nada. Y luego lo hacía yo.
Creo que a estas alturas ustedes, los lectores selectos de este blog, conocen bien mis fetiches cinematográficos predilectos. Cine de juventud-identitario. Suburbios. No-linealidad. Realismo. Conversaciones estúpidas y conversaciones increíbles ligadas como la vida misma. Estética vintage y sucia tanto en la fotografía como en el contenido. Freaks.
Pues bueno, Slacker lo tiene TODO y más. Ha pasado instantáneamente a mi olimpo fílmico porque se lo merece. Para intentar justificar mi emoción, pondré las decenas de capturas que me he visto obligada a hacer para poder atrapar momentos tan flipantes:
Los títulos de crédito dejan en mejor lugar (aún) a la peli
Y resumiendo, que además de catalizar todos mis fetiches en un producto precioso, esta película tiene el añadido de Austin, el equivalente cutural urbano de entonces a lo que hoy sería Portland... esto es un añadido para mí porque han de saber que Austin era una ciudad a la que le tengo muchísimo amor (frustrado) y un vínculo especial desde que estaba en 1º y me planteé durante dos cursos ir allí a estudiar; desde que conocí la industria audiovisual brutal que se mueve en la ciudad; desde que A. dijo que Austin no tiene nada que ver con Texas ni el conservadurismo ni las barbacoas, y de que, después de todo lo andado y algunas caídas, un austinense me dijera (tras varias partidas de beer pong que perdí) que lo que tenía que hacer era ahorrar 2.000$ para sobrevivir, echarle huevos y coger un avión. Y no crean que no lo sigo teniendo en mente.
Pero ahora toca volver al mundo real y a los slackers españoles.
Hasta que todos los pájaros emigremos o nos hundamos en nuestra propia mierda (lo que llegue antes), mucha suerte para ustedes y para mí también. Para los ni-nis involuntarios y para los voluntarios también, siempre que salgan a dar mucha guerra.
Reivindiquemos nuestras propias fallas.
Que ya está bien de tanta gilipollez y tanto reírse en nuestra puta cara.
1 comentarios:
Peliculón de mis favoritos, menos onírica que waking life pero la supera en personajes guays
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